sábado, 3 de diciembre de 2011



Rodillo: indicado para cubrir grandes superficies. Será idóneo uno de lana cuya anchura oscile entre los 15 y 20 cm. Es muy fácil de usar, seguiremos la técnica de aplicación -se extiende la pintura en un solo sentido-, cruce -en el sentido contrario- y repaso. Dispone de diferentes accesorios que nos serán muy útiles como, por ejemplo, un alargador que se incorpora al mango para los espacios altos, una bandeja para escurrir o diferentes manguitos para intercambiarlos. Necesitaremos tres o cuatro unidades y su precio ronda los 2 euros.

* Cubeta: es el utensilio que se emplea para escurrir el rodillo y distribuir la pintura. Cuesta aproximadamente 4 euros.

* Brocha: su función es rematar las esquinas y zonas más difíciles, y deberá medir unos 5 cm. Es muy importante que sea de buena calidad debido a que suelta pelos. Vale alrededor de 2 euros.

* Espátula: se emplea a la hora de rellenar grietas o agujeros y para preparar la superficie a pintar (enlucidos o rascados). Disponemos de varios tipos, dependiendo de la función que vayamos a darle, y su precio es de unos 6 euros.

* Cinta: por ejemplo, los marcos de las puertas se forran con ella; de esta manera se evitan restos de pintura en estas zonas. Incluye un adhesivo que, al finalizar el proceso, se retira sin dificultad.

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